Introducción a la Filosofía: revolución copernicana del conocimiento

Abadía en el robredal
Pintura al aceite
1809, Caspar David Friedrich


¿En qué consiste la revolución copernicana del conocimiento?

Hasta Immanuel Kant los planteos y teorías sobre las formas en que acciona el conocimiento provenían de los sentidos, la experiencia o vidas pasadas (la anamnesis); pero si la necesidad y universalidad de nuestros conocimientos no puede proceder de la experiencia, el conocimiento no podrá explicarse como una adecuación del espíritu, del sujeto, a los objetos, tal como habían supuesto los filósofos hasta entonces. Entonces, hemos de suponer que son los objetos quienes tienen que adecuarse a nuestro conocimiento. En esta inversión del papel que juegan el sujeto y el objeto en el conocimiento radica la llamada “revolución copernicana” de Kant. El entendimiento no es pasivo, sino que es actividad que configura la realidad.

Introducción a la Filosofía: concepción de antropología cristiana en Santo Tomás, comparación con Descartes

Monje en la orilla del mar
Pintura al aceite
1808/10, Caspar David Friedrich

Concepción de antropología cristiana de Santo Tomás de Aquino; comparación con la de René Descartes: ¿Qué consecuencias ha traído a los siglos posteriores esta concepción cartesiana?

Santo Tomás continúa el pensamiento de Aristóteles, incorporando su pensamiento a la filosofía cristiana, al igual que los de cristianos, judíos y musulmanes. En esa continuidad del pensamiento aristotélico, realiza algunas modificaciones a lo planteado por el griego: en la antropología acepta la unión de forma sustancial de cuerpo-alma como unión psicofisiológica (la función intelectiva del alma también realiza las funciones vegetativas y sensitivas).

Introducción a la Filosofía: Teorías del ser y del conocimiento en Platón y Aristóteles

El caminante sobre el mar de nubes
Pintura al aceite
1818, Caspar David Friedrich


D
iferencias acerca de la teoría del ser y del conocimiento entre Platón y Aristóteles

Platón es referente del Idealismo. Plantea la anamnesis: aprender es recordar, ya que el alma es inmortal tiene recuerdos de otras existencias y solo deberíamos despertarlos.

Niveles del Magisterio, Catecismo y fieles | Teología

Entrega de las llaves a San Pedro
Fresco
1481/2, Pietro Perugino

¿Qué sostiene el Catecismo sobre el magisterio?
El Magisterio de la Iglesia ejerce plenamente la autoridad que tiene de Cristo, según el Catecismo, cuando propone al pueblo de Cristo una verdad contenida en la Revelación divina o verdades relacionadas con éstas, y a eso llama dogma, tal pueblo cristiano se ve obligado a una adhesión irrevocable de fe.

Método tucidídeo | Historia

La balsa de Medusa
(Le Radeau de la Méduse)
óleo sobre lienzo
1819, Théodore Géricault
El fundamento y la base de todo el método histórico tucidídeo es la imparcialidad. En su obra, la personalidad del autor procura ocultarse lo más posible.

El movimiento y el cambio en Henry Bergson | Filosofía de la naturaleza

Ascendiendo y descendiendo
(Ascending and Descending)

Grabado
1960,
Maurits Cornelis Escher

Primera afirmación de Bergson en las conferencias "El pensamiento y lo moviente: La percepción del cambio", de 26 y 27 de mayo de 1911: “Nos representaremos todo cambio, todo movimiento, como absolutamente indivisibles”.

Hegel | Introducción a la Filosofía

Fausto
Grabado
1650, Rembrandt


Principales diferencias que mantiene Hegel con el realismo clásico y con el "idealismo-realista" de Platón.
Elementos del criticismo kantiano que influyen en el idealismo.
Pensar la famosa y a la vez contundente frase que Hegel enuncia en su obra Ciencia de la Lógica: "lo finito merece perecer".

La Tradición y el Magisterio | Teología

Entierro de Santa Cecilia en las catacumbas de Roma
Óleo sobre lienzo
1852, Luis de Madrazo y Kuntz


 Anteriormente hemos expuesto el “hecho de la revelación”, instancia fundamental ya que, ahora sabemos que Dios comunicó su palabra a los hombres y su palabra ha llegado a nosotros por medio de la Escritura. Ahora bien, cómo nos llegado dicha palabra de Dios: respuesta, además de la Escritura, por la Tradición y el Magisterio de la Iglesia.

Cuadro resumen Guerra del Peloponeso | Historia

Lucha hoplítica recogida en una vasija

Cuadro resumen de la guerra del Peloponeso, relaciones, Causas y Consecuencias. Actores Primarios y Secundarios. Ciudades que intervinieron...

El problema de la forma en Juan Cruz Cruz | Filosofía de la naturaleza

 

Mujer frente al espejo
Pintura al aceite
1932, Pablo Picasso


Cuadro sinóptico que resalta las principales características del problema de la forma en la Filosofía de la Naturaleza presentes en el texto del Dr. Juan Cruz Cruz

La hospitalidad como ethos en la Odisea | Introducción a las Letras

El Argo
Témpera sobre tela
1500-1530, Lorenzo Costa El Viejo

Xenía es el término que los griegos utilizan para hospitalidad, proviene de Xenos que significa extranjero o huésped. Se trata de un acuerdo que mantenían caudillos y reyes. Sostenían también que Zeus enviaba a los forasteros, pensemos que para los griegos muchas veces eran los propios dioses quienes con artimañas se hacían pasar por otros, entonces no se trataba solamente ya de un acuerdo de partes, sino que se temía que las deidades se vengaran o maldijeran a los mortales por no tratarles como era debido, por lo tanto era norma la bienvenida a los forasteros.

Critón, noción de vida en Aristóteles, ser y devenir | Introducción a la filosofía

Filósofo meditando
Pintura al aceite sobre tabla
1632, Rembrandt
Temática de la obra platónica Critón:

Critón es un diálogo corto pero que registra históricamente la integridad intelectual de Sócrates. En esta conversación entre el filósofo y su amigo Critón, quien está dispuesto a entregar su fortuna para sobornar a los carceleros y que lo dejen escapar. Hablan sobre la justicia (diké), la injusticia (adikia), y sobre la apropiada respuesta a la injusticia. Sócrates piensa que a la injusticia no se la debe responder con otra injusticia, y rehúsa la oferta de Critón. En el diálogo se vislumbra un primer discurso sobre la teoría del contrato social del gobierno. Sócrates desarrolla una argumentación en respuesta a lo expuesto por Critón, que se basa en sus profundas convicciones en cuanto a los principios éticos fundamentales y el respeto por las instituciones.

Pequeño ensayo a partir del concepto de Revelación | Teología


Hildegarda de Bingen recibiendo la inspiración divina
(ilustración del códice Rupertsberger,
aprox. 1180).

¿La divulgación del saber como herramienta de la revelación?

Marcelo J. Silvera

¿Qué es la revelación y cómo se une a la tarea del filósofo? Se dice en los manuales de estilo del periodismo, oficio del que proviene el autor de estas líneas, que nunca se titula ni se inicia un artículo con un interrogante, que el periodismo entrega certezas y no dudas. Pero, sin la duda ¿podría alcanzarse cualquier tipo de conocimiento? ¿No es acaso la pregunta el inicio del descubrimiento y el impulso de la filosofía? En este sentido, se intenta en este breve texto dilucidar si la divulgación del saber del filósofo puede ser una herramienta de la revelación, abordando para ello la duda como método de pensamiento.

Cuatro causas que explican el movimiento | Filosofía de la naturaleza

Metafísica de Aristóteles, Libro I capítulos: 3, 4, 5, 6, 7 y 10.

Cuadro resumen donde se puede observar de qué manera descubre Aristóteles en los filósofos que le precedieron la doctrina de las cuatro causas que explican el movimiento:

Método socrático (mayéutica) | Introducción a la filosofía

Momentos del método socrático que se dejan ver en el diálogo “Critón” escrito por Platón

Los momentos de la mayéutica podrían dividirse en cinco: la duda o pregunta que será objeto del pensamiento en formato de diálogo; primera respuesta (puesta en duda o refutada por el maestro); debate sobre el tema (generando confusión en el interlocutor sobre el conocimiento que se creía tener sobre el mismo); elevación progresiva de las definiciones (generales y precisas) de la cuestión; conocimiento (preciso, universal y estricto de la realidad que se investiga). Aunque Adolfo Carpio, en Principios de la filosofía (p. 66-75) , resalta solamente dos momentos importantes del método, y en ese camino continuaré mi respuesta.

Conceptos clave sobre la Revelación | Teología

El bautismo de Cristo
1472-1475
óleo y temple sobre tabla
Verrocchio y Leonardo da Vinci

Conceptos clave sobre la Revelación
1.    Revelación
a.    Del latín revelatio, quitar el velo
b.    Es el darse a conocer de Dios a los hombres
c.    Reconocemos dos clases:
i.    Revelación natural
ii.    Revelación sobrenatural
d.    Finalidad:
i.    Antropocéntrica
ii.    Teocéntrica
e.    Fuentes:
i.    Sagrada escritura
ii.    Sagrada tradición
 

Cómo Cristo lleva a cabo la plenitud de la revelación en la Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II Dei Verbum, Capítulo 1, artículo 4 http://www.deiverbum2005.org

Después que Dios habló muchas veces y de muchas maneras por los Profetas, envió a su Hijo (Verbo eterno), que ilumina a todos los hombres, para que viviera entre ellos y les manifestara los secretos de Dios. Con su total presencia y manifestación personal, con palabras y obras, señales y milagros, y, sobre todo, con su muerte y resurrección gloriosa de entre los muertos; finalmente, con el envío del Espíritu de verdad, completa la revelación.  
 

Definiciones.  
a.    Apóstol: Del lat. tardío apostŏlus, y este del gr. ἀπόστολος apóstolos 'enviado'. Cada uno de los doce principales discípulos de Jesucristo, a quienes envió a predicar el Evangelio por todo el mundo.
b.    Dogmática: Del lat. tardío dogmatĭcus, y este del gr. δογματικός dogmatikós. Perteneciente o relativo a los dogmas de la religión.
c.    Escritos apócrifos: Dicho de un libro de la Biblia: Que no está aceptado en el canon de esta.
d.    Inerrancia: Cualidad de estar exento de error.
e.   Profeta: Del lat. prophēta, y este del gr. προφήτης prophḗtēs. Persona que posee el don de profecía.
 

Síntesis hipersintética de los siguientes conceptos: Revelación; Sagrada Escritura; Sagrada Tradición; Historia; Plenitud; Cristo; Hombre; Pueblo.

Revelación es la manifestación de Dios, la que queda registrada en la Sagrada escritura y la Sagrada tradición, a lo largo de la Historia del pueblo judeo-cristiano. Adquiriendo su Plenitud en la llegada de su hijo, Cristo, hecho Hombre.


Marcelo J. Silvera
🌐@MarceloJSilvera

Substancia, accidentes, acto, potencia, cambio | Filosofía de la naturaleza

La Persistencia de la Memoria
1931, óleo sobre tela
Salvador Dalí

Substancia y accidentes:

Cuando hablamos de substancia nos referimos al sujeto, aquello que está “debajo de”, que tiene un ser independiente del cual se predican ciertos atributos. La substancia primera es el sujeto individual, es posible dividirla en cuanto a su relación con el ser, la naturaleza y los accidentes; y la substancia segunda los géneros y especies.
La substancia representa un modo de ser las cosas, posee características propias y esenciales. Son contingentes, pueden dejar de existir.
En la historia de la filosofía, la substancia se entiende inicialmente como algo de lo que se componen todas las cosas. Más tarde, buscando la base de todo lo existente, se empieza a enfocar la substancia como designación específica de Dios (escolástica) (VVAA, 1984).
Aristóteles llama ουσια a la substancia primera, al individuo, pero también lo nombra τοδε τι el “esto aquí” (Carpio, 2004). Aquí me pregunto, ¿Será el dasein de Heidegger? Este ente individual y concreto constituye el sujeto último de toda posible predicación, pues sólo puede ser sujeto y nunca predicado de un enunciado.
Recuerdo con estas distinciones algo coloquial, mundano, del aspecto folklórico: En Brasil, las comunidades descendientes de africanos, hablan de “materia” para nombrar al cuerpo (humano) que alberga al alma. Una materia es una substancia. Siempre me resultan interesantes estas coincidencias intelectuales entre culturas muy distantes y diferentes, como aquellas que se observan con mayas, incas, aztecas, y los pueblos orientales por ejemplo.
Todos los demás modos de ser -las diversas maneras de ser "en otro"- se los denomina accidentes. Los accidentes son nueve: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, posición, acción y pasión.
Este Marcelo que escribe, por ejemplo, la substancia o ousía es este individuo llamado Marcelo; mide un metro sesenta y ocho (cantidad), es barbudo (cualidad), es el papá Ámbar, Catherine y Marilyn (relación), está en el escritorio de su casa en Villa María (lugar), esta mañana (tiempo), sentado (posición) y vestido (posesión o hábito), toma café y escribe (acción), o se asombra y piensa la respuesta a la cuestión dada (pasión).
Se exponen aquí 10 formas de ese ser, de ese Marcelo, a esas formas Aristóteles las llamó categorías.

Aristóteles y el binomio 'acto-potencia':

Uno de los principales problemas del pensamiento filosófico contemporáneo a Aristóteles fue la explicación del movimiento, ya que Parménides había determinado que era contradictorio (y por tanto descartable) el concepto de no-ser, por lo tanto se hacía imposible el pensar el movimiento (pasar del ser al no-ser). Pero en la reflexión aristotélica se incluyen elementos que dan un giro a esa cuestión: acto y potencia.
Aristóteles logra pensar conceptualmente el movimiento con estos dos conceptos, porque observa que el cambio consiste efectivamente en el pasaje del no-ser al ser, pero que no se trata ahora del no-ser y el ser absolutos, sino del ser en potencia y del ser en acto (del pasaje del no-ser en acto al ser en acto, o del ser en potencia al no-ser en potencia) (Carpio, 2004).
“Puesto que el ente tiene dos sentidos [en acto y en potencia], todo cambia del ser en potencia hacia el ser en acto” (Aristóteles). Explica así con el binomio acto-potencia al movimiento. El término "movimiento" tiene en Aristóteles sentido más amplio que en nuestro lenguaje y es sinónimo de cambio en general.
Sería así como que el ser Marcelo que está acá, en el escritorio intentando dar respuesta a estas consignas, no es el ser Marcelo que irá a la cocina por un té; pero en potencia sí, cuando se ponga de pie y vaya por el té, estará en el acto dejando de ser este aquí para ir hacia el no-ser allá, que será… un juego de palabras trabalingüístico que Aristóteles explica con el movimiento, como el tránsito considerado en sí mismo, no es ni el punto de inicio (que está en potencia) ni el término final (que es el acto), sino la mezcla de potencia que se va actualizando en el flujo mismo.
Potencia es la posibilidad, acto es la actualidad, para simplificar. En potencia podría ir por el té, o irme a dormir, o salir al patio; pero hasta que no realice la acción, cualquiera de ellas, no estaré en otro acto que no sea estar en este escritorio intentando responder. La potencia, pienso, es la esencia del ser humano, con sus múltiples posibilidades a cada instante ¿no somos un cúmulo de posibles posibilidades? ¿de acciones, movimientos, pensamientos, gestos, qué podríamos ser/hacer? Y aquí me pregunto cómo influye cada una de esas acciones al decidir realizarla, lo que nos lleva al cambio.

¿Qué es el cambio? ¿Cómo influyen acto y potencia en él? ¿Qué tipos de cambios son posibles en los cuerpos?

El cambio designa a cualquier tipo de variación. Pudiendo distinguir dos tipos de cambios: substanciales y accidentales. En el primer caso, una substancia desaparece y pasa a ser otra, como el grillo que mi gato acaba de atrapar y comerse (deja de ser grillo para ser alimento); en el segundo caso, la substancia mantiene su identidad, su esencia, pero modifica una característica, pienso en un camaleón que no deja de serlo por cambiar su color en ese instinto de adaptabilidad para sobrevivir.
El término “movimiento”, dijimos, en Aristóteles es sinónimo de cambio en general, y distingue los tipos de cambios:  
•    Substancial (generación y corrupción)
•    Accidental: cuantitativo (aumento y disminución)
•    Cualitativo (alteración)
•    Local (traslación)
Los cuales reducimos a dos tipos, como indicamos al inicio de este punto. Encontramos aquí la Teoría de las cuatro causas de Aristóteles, las mismas son: la formal, la material, la eficiente y la final.
La causa formal es la forma. La forma es causa de algo. La forma escritorio es causa de este escritorio que por ella no es cama, por ejemplo.
La causa material es la materia. En cuanto toda substancia sensible está constituida por materia, y materia significa potencia, y la potencia significa algo aún no realizado, y por tanto imperfecto, resultará que todas las cosas de este mundo son imperfectas, en mayor o menor medida, puesto que ninguna llega a adecuarse totalmente a la forma o acto (Carpio, 2004).
La causa eficiente es el motor o estímulo que desencadena el proceso de desarrollo. En tanto causa eficiente no se encuentra en el individuo de que se trate, sino en otro diferente. Causa eficiente de este escritorio será el diseñador que lo ideó, la forma “escritorio” que tiene en su espíritu el diseñador.
La causa final es la perfección a que la cosa tiende. La causa final opera como meta, por así decirlo, desde adelante, la causa eficiente opera, en cambio, “desde atrás”, y es relativamente exterior a la cosa en desarrollo.
Las cuatro causas se reducen a dos, forma y materia: la materia como substrato indeterminado, y la forma como principio de todas las determinaciones. El cambio es el paso de la potencia a acto. Por ello el cambio es ordenado, porque de una cosa no puede provenir cualquier otra sino sólo una de aquellas respecto de las cuales se halla en potencia. Para que se dé el movimiento (cambio) es necesario que una substancia que ya esté en acto respecto del movimiento que va a generar actualice la potencia de una substancia que se halla precisamente en potencia de realizar ese cambio (Larraguibel Diez, 2020).


Bibliografía:
(s.a.) (2020). Filosofía de la naturaleza, Módulo II. La Plata: UCALP
Aristóteles. (s.f.). Metafísica. Madrid: Gredos.
Carpio, A. P. (2004). Principios de filosofía (2 ed.). Buenos Aires: Glauco.
Larraguibel Diez, L. E. (2020). Unidad didáctica 2: La filosofía clásica. La Plata: UCALP.
VVAA. (1984). Diccionario de filosofía. (O. Razinkov, Trad.) Moscú: Progreso.


Marcelo J. Silvera
🌐@MarceloJSilvera

Infografía Los Presocráticos | Introducción a la filosofía

¿Qué diferencias existen entre comienzo y origen de la filosofía?

El origen está relacionado con aquello que "hace" que el ser filosofe, los motivos o motivantes que disparan el pensar. Tales como la duda, el asombro o las situaciones límites.

En tanto que el comienzo sería el punto de inicio de la filosofía como  ciencia, como actividad. ¿Será con Tales de Mileto que da inicio la filosofía? (Al menos la que quedó registrada en la historia).


Les comparto una infografía donde se puede observar gráficamente los filósofos presocráticos y sus principales conceptos y conexiones:




Marcelo J. Silvera
🌐@MarceloJSilvera

Qué es la Teología y su historia

La disputa del Sacramento
Fresco
1509. Rafael Sanzio

La teología es una ciencia. Es el conocimiento científico de la Revelación divina a los hombres y de su credibilidad. 

El objeto formal de la teología natural es Dios en cuanto causa primera de todo, tal como le conocemos a través de las cosas creadas; el objeto formal de la teología sobrenatural es Dios Uno y Trino, tal como se dio a conocer a través de la Revelación divina.

Es argumentativa según el modelo aristotélico de ciencia deductiva. Pero, como en el modelo aristotélico, en el cual la argumentación no demostraba los primeros principios, tampoco la teología demuestra los suyos, sino que los recibe por revelación. Pero en un sentido concreto la teología es argumentativa: «discute con quienes niegan sus principios. Y, si el adversario admite algo de la divina revelación, lo hace argumentando. Por eso, empleamos la autoridad de la sagrada doctrina para argüir contra los herejes, y utilizamos un artículo de la fe contra los que niegan otro». Y, si el arguyente no acepta nada de la revelación, todavía puede argumentarse para «resolver sus objeciones, en caso de que las ponga [...] porque es imposible demostrar lo que es opuesto a la verdad».

Glosario:
Religión: Conjunto de creencias religiosas, de normas de comportamiento y de ceremonias de oración o sacrificio que son propias de un determinado grupo humano y con las que el hombre reconoce una relación con la divinidad (un dios o varios dioses).
Escolástica: Movimiento filosófico y teológico que intentó utilizar la razón, en particular la filosofía de Aristóteles, para comprender el contenido sobrenatural de la revelación cristiana. La neoescolástica el el movimiento del siglo XIX y XX que retoma un pensamiento cristiano ya elaborado en el Medioevo.
Ciencia: Rama del saber humano constituida por el conjunto de conocimientos objetivos y verificables sobre una materia determinada que son obtenidos mediante la observación y la experimentación, la explicación de sus principios y causas y la formulación y verificación de hipótesis y se caracteriza, además, por la utilización de una metodología adecuada para el objeto de estudio y la sistematización de los conocimientos.
Topos: Alude a los lugares donde se hallan los contenidos materiales de la Teología; estos son aquellos que testifican las verdades de la Revelación de Dios. Principios en los que el teólogo extrae sus argumentos y pruebas.
Método: Modo ordenado y sistemático de proceder para llegar a un resultado o fin determinado.

Historia del término Teología:
La teología (del griego θεος [theos], ‘Dios’, y λογος [logos], ‘estudio’, ‘razonamiento’, por lo que significaría ‘el estudio de Dios’ y, por ende, ‘el estudio de las cosas o hechos relacionados con Dios’) es la disciplina que estudia el conjunto de conocimientos acerca de Dios, sus atributos y sus perfecciones.
Este término fue usado por primera vez por Platón en La República (año 379 A. C.) para referirse a la comprensión de la naturaleza divina por medio de la razón, en oposición a la comprensión literaria propia de sus poetas coetáneos. Más tarde, Aristóteles (año 350 A. C.) empleó el término en numerosas ocasiones con dos significados:
•    Teología al principio como denominación del pensamiento mitológico inmediatamente previo a la Filosofía, en un sentido peyorativo, y sobre todo usado para llamar teólogos a los pensadores antiguos no-filósofos (como Hesíodo y Ferécides de Siros).
•    Teología como la rama fundamental y más importante de la Filosofía, también llamada filosofía primera o estudio de los primeros principios, más tarde llamada Metafísica por sus seguidores y que para distinguirla del estudio del ser creado por Dios, nace la filosofía teológica que se la denomina también teodicea o teología filosófica (véase Teodicea).

San Agustín tomó el concepto teología natural (theologia naturalis) de la gran obra Antiquitates rerum divinatum de Marco Terencio Varrón, como única teología verdadera de entre las tres presentadas por Varrón: la mítica, la política y la natural. Sobre esta, situó la teología sobrenatural (theologia supernaturalis) basada en los datos de la revelación y por tanto considerada superior. La teología sobrenatural, situada fuera del campo de acción de la filosofía, no estaba por debajo, sino por encima de esta y la consideraba su sierva, que la ayudaría en la comprensión de Dios.
 

Los lugares teológicos:

Los lugares teológicos representan aquellas fuentes que testifican las verdades de la revelación. Los «lugares» que contienen los principios de la teología.  
 

¿Por qué, para qué y para quién de la teología?
Responder sobre los por qué, para qué y para quién de la teología, tiene para mi la misma respuesta que la pregunta dirigida hacia la filosofía. No se trata de una utilidad, sino de un modo de vida. Comprender la teología, dentro de nuestra sociedad que se dice católica pero, en reglas generales, vive bajo las normas de un capitalismo ateo y apátrido, es poder conducir-se y transmitir desde la filosofía los principios morales y éticos para la comunidad toda.


Marcelo J. Silvera
🌐@MarceloJSilvera


Historia: antigua Grecia

Leónidas en las Termópilas
(Leonidas at Thermopylae)
1814. Jacques-Louis David

La historia temprana de la antigua Grecia estuvo signada por los relatos poéticos de Homero que, en Ilíada y Odisea, deja un registro (aunque artístico) de la historicidad temporal. Fueron tiempos caracterizados por los conflictos bélicos y conformaciones de imperios que pretendían extender sus territorios e influencias lo más posible.
En estas épocas, tres actores principales se enfrentaron intentando instalar sus poderíos: Atenas, que se transforma en la capital intelectual del viejo mundo, con adelantos educativos, sociales y políticos; Esparta, consagrados al arte de la guerra; y Persia, creciente imperio que avanzaba sobre Asia menor.
Políticamente se destacó la nueva forma de gobierno creada en Atenas, la democracia. La misma llega como consecuencia de la debilitada aristocracia y los intentos por acabar con las tiranías. Con gran parte de la población aumentando las estadísticas de esclavitud, situación en la que caían por las deudas contraídas con los terratenientes, se temía una revuelta popular y como medida para evitar la revolución se inicia un proceso de democratización que condona las deudas y elimina la posibilidad de que alguien deba pagar con su vida las deudas por malas cosechas o cuestiones económicas; y se realiza además una reforma agraria. El siguiente paso sería la participación ciudadana en las decisiones de gobierno, conformando nuevas divisiones geográficas y dotando de carácter administrativo a cada una de ellas; así, cada sector elegiría sus representantes y éstos conformarían la Bulé, organismo antecesor del Senado moderno.
Otra de las cuestiones interesantes de la época fue la creación del ostracismo, lo cual evitaría nuevos intentos de tiranías. Mediante el voto, se podía postular a quien se creyera una amenaza para la tranquilidad de la democracia, y sería desterrado por una década, alejándolo de toda posibilidad de influir dentro de la sociedad.
Estas reformas se dan dentro de los períodos gobernados por Solón, Pisístrato (tiranía pero que mantuvo las reformas del conciliador Solón), y sobre todo Clístenes, padre de la democracia.
Atenas amplía su territorio con la democracia como bandera, pero los persas también avanzaban poniendo en alerta al mundo griego que se une contra el enemigo común. Finalmente, y tras muchas batallas y muertes de ambos lados, llegará un tratado de paz.

Marcelo J. Silvera
🌐@MarceloJSilvera


Filosofía de la naturaleza: y ciencias empíricas

La Virgen de las Rocas
Óleo sobre tabla
1483.
Leonardo da Vinci


Las ciencias empíricas aportaron el conocimiento técnico-medible-estadístico, con mediciones, observaciones y todo aquello plausible de ser experimentado por los sentidos, como indica Mariano Artigas en su libro Filosofía de la Naturaleza, “un conocimiento de la naturaleza que pueda ser sometido a control experimental”.

Por ejemplo, las técnicas empíricas antiguas permitieron el conocimiento de nueve de los elementos químicos: siete metales (oro, plata, cobre, hierro, plomo, estaño y mercurio) y dos no metales (azufre y carbono); y en la ciencia moderna la ley de la gravedad o la teoría de la relatividad aportaron otra base para pensar la naturaleza. Pero la filosofía de la naturaleza se pregunta por las causas últimas de la naturaleza y busca explicaciones que van más allá del conocimiento experimental.

¿Puede hacerse una filosofía de la naturaleza al margen de las investigaciones científicas? Poder / querer / deber ofrecen una alternativa lingüística a los asuntos; mi abuelo decía (la filosofía popular dando respuestas) que son como un banco de tres patas, sin una es imposible sentarse con tranquilidad: ¿Puedo matar a un hombre? Sí, puedo, la posibilidad es real y se demuestra diariamente en las estadísticas de homicidios en todo el mundo; pero ¿quiero hacerlo? O más aun ¿debo hacerlo? Con esta introducción mundana quiero exponer que es posible, así como la ciencia negó a la filosofía, o a la teología, o incluso a la ética, en varias ocasiones sin que esto le impidiera avanzar (bomba atómica, clonación, químicos, etc).
Ahora bien, me pregunto: una filosofía de la naturaleza al margen de las investigaciones científicas ¿cuánto dista de la mitología? El trabajo conjunto, apoyado unos en otros, puede lograr resultados positivos para la humanidad.

La filosofía de la naturaleza debe tomar en cuenta los conocimientos alcanzados por las diferentes ramas de la ciencia experimental. Pero su enfoque es diferente, ya que, como queda dicho, se pregunta por las causas últimas de la naturaleza y propone explicaciones generales que van más allá de lo que se busca en la ciencia experimental. Por ejemplo, propone los conceptos de substancia, o de potencialidad y actualidad, para explicar determinadas características de la naturaleza; tales conceptos, en cambio, no son un tema propio de ninguna disciplina científica: las ciencias estudian las substancias y las potencialidades naturales, pero no se preguntan por la noción misma de substancia o de potencia tal como lo hace la filosofía. La filosofía de la naturaleza necesita de las ciencias, en diferente medida según los temas que estudia.




Fuentes y bibliografías consultadas:

Sanguinetti, Juan José. La interacción entre filosofía y ciencias.
J. Maritain. Filosofía de la Naturaleza, cap. III.
M. Artigas, Filosofía de la naturaleza, primera parte, cap. 1, apartado 3 “El concepto de naturaleza”.

Marcelo J. Silvera
🌐@MarceloJSilvera

El saber en Platón y Sócrates | Filosofía antigüa

La muerte de Sócrates (469-399 aC) c.1650
(The Death of Socrates (469-399 BC) c.1650 )
Charles Alphonse Dufresnoy

Sobre el final de la obra Teeteto, Platón relata cómo la búsqueda de la definición absoluta de saber no arriba a un puerto final. Este interesante camino recorrido hasta entonces por Sócrates, Teeteto y Teodoro, va arrojando definiciones que intentan ser la respuesta a la pregunta del filósofo, con la metodología de la mayéutica se van poniendo a prueba, objetando y profundizando cada una de ellas.
Sócrates definirá que el saber no es percepción, ni opinión verdadera, ni una explicación acompañada de opinión verdadera, como intenta esgrimir Teeteto en el desarrollo del diálogo.  En el primer caso, se define que “el saber no radica en nuestras impresiones, sino en el razonamiento que hacemos acerca de éstas. Aquí, efectivamente, es posible aprehender el ser y la verdad, pero allí es imposible” (186 d). En el segundo, también se refuta la posibilidad y queda concluido que “si fueran lo mismo la opinión verdadera, con relación a los tribunales, y el saber, el juez más eminente no podría emitir correctamente un juicio sin el saber. Pero en las presentes circunstancias, según parece, una y otra cosa son diferentes” (200 c). Para la tercera hipótesis, se admite que “cuando pensamos que habíamos dado la más verdadera explicación del saber, nuestra riqueza, al parecer, no fue más que un sueño. ¿O es que no debemos acusarnos aun? Tal vez no sea esta, en efecto, la clase de explicación que hay que emplear en la definición sino la que queda de las tres, una de las cuales decíamos que ha de considerar como explicación el que define el saber como recta opinión acompañada de explicación” (208 c), y termina de caratularla de ridícula.
Es llamativo que no se utilizara de manera explícita la teoría de las Formas para intentar explicar el saber. Pero, tal como se vislumbra en el material didáctico de esta cátedra, la intención de Sócrates en este diálogo parecer ser más provocar y poner a prueba las ideas del interlocutor que propiamente enseñar o hacer lograr el recuerdo mediante el arte de la mayéutica.
Este diálogo, que como toda la obra de Platón puede relacionarse con los otros, aborda no solamente la ciencia (como saber) sino la naturaleza del progreso intelectual y las condiciones que lo hacen posible. Sin descuidar el alma, que en definitiva como hemos dicho anteriormente en la cátedra, es el objetivo del filósofo en la búsqueda de la trascendencia.
Quiero rescatar el texto final del libro de Calabrese que nos acompañó en la materia. “Cuando el diálogo fecundo y feliz retorne a nuestros colegios y universidades tendremos todos, alumnos y profesores, las miradas menos crispadas por un olvido abismal de las realidades esenciales”.

Bibliografía
Calabrese, C. C. (2018). Comunidad y pedagogía: La filosofía platónica de la educación. Zacatecas: Texere Editores.
Material didáctico. Filosofía antigua. Módulo IV. (s.f.). UCALP.
Platón. (s.f.). Diálogos (Vol. V). Madrid: Gredos.



Marcelo J. Silvera
🌐@MarceloJSilvera


El filósofo y el hombre práctico de Platón | Filosofía antigüa

Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte
(Un dimanche après-midi à l'Ile de la Grande Jatte)
Óleo sobre lienzo
1884-1886. Georges Seurat
Se presenta una digresión que pone en evidencia la cercanía entre un filósofo y un hombre práctico. En el texto Teeteto, se presenta la situación evocando a Teodoro, quien sostuviera que los filósofos poseen del tiempo libre necesario para continuar desentrañando un pensamiento aunque se complejice. La palabra utilizada es skholé que vulgarmente se traduce como ocio o tiempo libre, pero que para la fidelidad del texto es conveniente trasladar como cultura.
Este skholé es un distintivo de la superioridad moral e intelectual en Sócrates. Esta superioridad radica en la posesión de ese tiempo que permite la reflexión profunda y la búsqueda de la verdad. Ese tiempo, les pondría en desventaja en los tribunales (torpeza, ridiculez, dice), donde todos son avezados oradores pero, al igual que podría pensarse en la actualidad con políticos o abogados en un juicio, no significa que se basen en la verdad para sus alocuciones, sino en la búsqueda de dar frutos a sus intereses.
El filósofo ignora todo esto, pues, mientras su cuerpo se encuentra en la ciudad, su pensamiento sobrevuela con desprecio el ágora y busca conocer la naturaleza de todos los seres. Contener las “habilidades” del tribunal presupondría dejar de lado los valores éticos y morales que la filosofía presupone, y descuidar el alma (como vimos anteriormente en esta cátedra).
El hombre práctico, para Platón está personificado en Sócrates, cuyo pensamiento y actividad estaban orientados hacia lo concreto, a lo que inmediatamente importa a los hombres filósofos y no filósofos. Como indicara Bertrand Russell sobre esta temática, el hombre “práctico”, en el uso corriente de la palabra, es el que solo reconoce necesidades materiales, que comprende que el hombre necesita el alimento del cuerpo, pero olvida la necesidad de procurar un alimento al espíritu. Si todos los hombres vivieran bien, si la pobreza y la enfermedad hubiesen sido reducidas al mínimo posible, quedaría todavía mucho que hacer para producir una sociedad estimable; y aun en el mundo actual los bienes del espíritu son por lo menos tan importantes como los del cuerpo.
El valor de la filosofía debe hallarse exclusivamente entre los bienes del espíritu, y solo los que no son indiferentes a estos bienes pueden llegar a la persuasión de que estudiar filosofía no es perder el tiempo... (Russell, 1943)


Bibliografía
Calabrese, C. C. (2018). Comunidad y pedagogía: La filosofía platónica de la educación. Zacatecas: Texere Editores.
Material didáctico. Filosofía antigua. Módulo IV. (s.f.). UCALP.
Platón. (s.f.). Diálogos (Vol. V). Madrid: Gredos.
Russell, B. (1943). Los problemas de la filosofía. ePub.





Marcelo J. Silvera
🌐@MarceloJSilvera


La inmortalidad del alma | Filosofía antigüa

El lamento por Ícaro.
Óleo sobre tabla
1898. Herbert James Draper

Los argumentos a favor de la inmortalidad del alma presentados por Sócrates
 

Confieso que parece imposible que cualquier argumento presentado por Sócrates no sea convincente, dado su método para exponerlos. Al tomar contacto con ellos, intento ubicarme en la temporalidad del texto, con la cultura de entonces, lo que me facilita comprender por qué se piensa lo que se piensa.
En ese sentido, me resultan más convincentes los argumentos de reminiscencia, y de las formas por sobre el resto, aunque esta última podría ser descartada (con nuestros conocimientos actuales) ya que podemos afirmar que el alma es algo diverso de las Formas, si tenemos en cuenta que lo propio del alma es conocer, ella no puede ser considerada una Forma, aunque sean completamente afines como se presenta en el Fedón (79d).
Las Formas son modelos perfectos que los seres particulares intentan reproducir. Las Formas no sólo están en las cosas sino que existen también separadas y por sí mismas; la existencia de la realidad en su conjunto se presenta en dos categorías: la visible y perecedera que se encuentra contrapuesta a invisible y eterna; las Formas pertenecen al segundo modo de existencia mencionado y se caracterizan por ser conocidas únicamente por la inteligencia, por ser eternas e inmutables, simples. Esta es una definición del alma que le da “vida”, la une a un cierto plan superior divino.
Pero más adelante (105a-107a) Platón, o Sócrates, definen la inmortalidad del alma con lo que se conoce como principio vital. “Si lo inmortal es imperecedero, es imposible que el alma, cuando la muerte se abata sobre ella, perezca. Pues, de acuerdo con lo dicho antes, no aceptará la muerte ni se quedará muerta”. Acá define que el alma sería, además de inmortal, imperecedera e indestructible. “Al sobrevenirle entonces al ser humano la muerte, según parece, lo mortal en él muere, pero lo inmortal se va y se aleja, salvo e indestructible, cediendo el lugar a la muerte”. Y en cuanto con estas cualidades, aquello que ocupa ahora es el cuidado del alma, puesto que si es eterna sobrevivirá al cuerpo y tendrá el destino que le forjemos durante la vida, es decir, si somos buenos tendrá un buen destino, en tanto que malos se verá atormentada por la eternidad.
 

Bibliografía
Material didáctico. Filosofía antigua. Módulo III. (s.f.). UCALP.
Platón. (1986). Diálogos, Tomo III. Madrid: Gredos.


Marcelo J. Silvera
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Platón y la educación religiosa | Filosofía antigüa

Jean Delville, La escuela de Platón (1898)
La Academia de Platón no se parece en nada, a ninguna institución moderna, y ciertamente tampoco tiene nada que ver con una universidad de moderna fundación. Los paralelos más cercanos son probablemente nuestras antiguas universidades, o, más bien, sus facultades, con las características que han heredado del mundo medieval, en particular sus conexiones religiosas y el ideal de la vida en común (Guthrie, 1998). El autor escocés remarca así la importancia de Platón para la historia de la educación, y la relación con la religiosidad.

Según diversos autores, es el ateniense el más remoto antecedente de políticas educativas. “Antes de Platón nadie se había dedicado a reconocer en qué circunstancias se impone la acción educativa, a qué exigencias ha de responder, y en qué condiciones es posible: fue el primero en poseer una filosofía de la educación”.
En el libro VII de República, Platón introduce la alegoría de la caverna para profundizar en la educación. Y tras ello, comienza a cuestionar los elementos que integran y deberían integrar la educación de los ciudadanos, en busca de la organización del estado. Esa educación solamente es posible si se eliminan los mitos de la poesía y la música, si los poetas se limitan a la verdad. Que los mitos y la literatura en general sean vehículo, desde el principio, de una representación verdadera de lo divino en el alma (la parte del hombre más semejante al dios) entraña poner las bases de la personalidad sobre fundamentos sólidos. Pero para ello se debe seleccionar qué contenidos son válidos, descartando, por ejemplo, los relatos donde los dioses son responsables del mal en la tierra, o cuando engañan a los humanos, esas acciones no son propias de dioses ya que de ellos, según Platón, solo puede venir lo bueno. Los fundamentos educativos de Platón tienen una base religiosa que determina el resto de la educación.
 

Articulación del proceso educativo y la formación de las personas

El proceso educativo en cuanto tal se cumple a lo largo de la existencia, esto refiere a lo que actualmente denominamos formación continua, es decir, el proceso de aprendizaje no cesa, por ello es importante iniciar esta reflexión en la niñez, tal como lo sostiene Platón. El filósofo ateniense presta mucha importancia a este primer período, porque es el momento de la vida en el que la persona es más vulnerable y maleable: todo lo que sucede en estos años y, con ello, lo que se aprende, queda indeleblemente impreso en el alma.
Y esa certeza de que debe instruirse a los ciudadanos desde la niñez, Platón la resalta cuando Sócrates dice: “¿Acaso no has advertido que, cuando las imitaciones se llevan a cabo desde la juventud y durante mucho tiempo, se instauran en los hábitos y en la naturaleza misma de las personas, en cuanto al cuerpo, a voz y el pensamiento?” (395, d)
En esta construcción de la nueva educación, se asigna al poeta un lugar de privilegio, con la obra de sus palabras fija la comprensión fundamental de la naturaleza de lo divino en las almas de los jóvenes. Con ella va la música también, ya que ambas artes (que hoy se nos presentan como separadas) estaban estrechamente vinculadas en la Grecia de entonces. “La educación musical es de suma importancia a causa de que el ritmo y la armonía son lo que más penetra en el interior del alma y la afecta más vigorosamente, trayendo consigo la gracia, y crea gracia si la persona está debidamente educada, no si no lo está. Además, aquel que ha sido educado musicalmente como se debe es el que percibirá más agudamente las deficiencias y la falta de belleza, tanto en las obras de arte como en las naturales, ante las que su repugnancia estará justificada; alabará las cosas hermosas, regocijándose en ellas hasta convertirse en un hombre de bien.” (401, e)
Estas consideraciones sobre los efectos de la música sobre la psicología de los individuos serían incompletas si no tuviéramos en cuenta que estos “individuos” son ciudadanos, es decir, si dejáramos fuera las consecuencias políticas. Lo que Platón pretendió fue la formación de los ciudadanos de la polis, ello conlleva los valores morales y éticos que harán mejores tanto a los seres como a las ciudades. Cuando hablamos de música se suele indicar que en aquellas épocas no era un entretenimiento inofensivo, al contrario que en las nuestras; sin embargo no debemos olvidar que en nuestra historia contemporánea, “ayer nomás” como dicen Los Gatos, se censuraban y prohibían canciones, discos y artistas.
Mediante las artes, se lograba una aproximación del alma a lo divino, cuyas características esenciales son la simplicidad y la veracidad, por medio de la educación se alcanza mediante una serie de preceptos básicos: devoción a los dioses y a los padres, veracidad, fidelidad hacia los amigos, valentía y autodominio.
Anteriormente habíamos abordado que también la educación física es importante, aunque estemos haciendo ahora hincapié en lo religioso de su educación.
Platón presta especial atención al método de formación del carácter. A este principio queda subordinado el aprendizaje de la lectura, de la escritura y de la aritmética; esta educación debe ser, por supuesto, ordenada aunque no deben primar los aspectos sistemáticos, y tan libre cuanto sea posible, porque no se debe hacer de la enseñanza una forma de esclavitud.


Bibliografía
Guthrie, W. K. (1998). Historia de la filosofía griega (Vol. IV). Madrid: Gredos.
Material didáctico. Filosofía antigua. Módulo II. (s.f.). UCALP.
Platón. (s.f.). República. Gredos.


Marcelo J. Silvera
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Platón y la música | Filosofía antigüa

El valor de la música en Platón

Platón entiende a la música y la poesía como fundamentales para la educación. En la Grecia de entonces, ambas corrientes artísticas estaban estrechamente vinculadas, e influenciaban directamente en los ciudadanos (así como el teatro). En República sostiene que “la educación musical es de suma importancia a causa de que el ritmo y la armonía son lo que más penetra en el interior del alma y la afecta más vigorosamente, trayendo consigo la gracia, y crea gracia si la persona está debidamente educada” (Platón, 401c).
Nuestro filósofo no analiza la música como diversión, sino que desarrolla su rol para la educación de la armonía y perfección del alma, y para ordenar las pasiones; comprendamos que la música contemporánea a Platón no es la música de hoy, no se trataba de una banalidad superflua, por ejemplo como el reggaetón, sino de una forma de comunicación y divulgación (histórica, religiosa, política, etc).
Aunque en otros de los Diálogos, se aborda el tema de la música, en República se delimita incluso cómo debe regularse la misma, puesto que, si la música resulta indispensable en la formación del carácter, esto significa que su ausencia o su mala producción puede arruinar la polis. En este sentido, es entonces la música un asunto de Estado, es menester que su producción y divulgación sea acorde a los principios que la polis desea sostener.
La poesía y la música debían enseñarse desde la infancia, para así formar el carácter y la ética del ciudadano, en la búsqueda de lograr la areté. Son las dos materias las fundamentales para Platón desde la infancia: la gimnasia y la música. Pero la una con la otra, ya que gimnasia sin música llevaría a la rudeza sin alma, a la barbarie, y música sin gimnasia al letargo, la vagancia.
 

Purificación de la idea de lo divino para Platón

Resulta muy interesante la postura planteada sobre esta purificación de la idea de lo divino en los textos de Platón. En un mundo que justificaba casi todo con el accionar de los dioses, desde la filosofía se comienza a exponer el debate sobre la divinidad de lo divino.
Cuando se expresa lo que debe ser parte de la educación, en este caso vinculado a la poesía, Platón aborda los mitos y sostiene que se debe eliminar de los relatos todo aquello que ponga en obra de los dioses el mal, porque si un dios es lo bueno, no puede ser lo malo, es decir, si la divinidad es la perfección no puede ser algo imperfecto. En este punto es meritorio remarcar que este planteo se realiza desde la concepción de perfección como aquello que nos acerca a la divinidad (amor, bondad, sentimientos nobles, etc), y de imperfección como aquello que nos aleja (odio, rencor, venganza, etc).
De la misma manera, sostiene que la divinidad no debe padecer modificaciones, haciendo clara alusión a los relatos míticos en que los dioses se disfrazan para interactuar con los humanos, o engañarlos. Esto se asemeja a la postura de Parménides, si pensamos al dios como el ser perfecto, en tanto perfecto no puede ser imperfecto, y en tanto dios perfecto no puede pasar de ser (dios) a no-ser (no ser dios y ser un vagabundo, por ejemplo), porque el cambio no está dentro de las posibilidades de un dios (el ente es único, inmutable, inmóvil, inengendrado, imperecedero, intemporal, e indivisible) (Carpio, 2004), ya que para dejar de ser dios debería no-ser y lo único que un dios podría no-ser es la nada, y la nada no puede ser, por lo que se descarta esta posibilidad por el principio de contradicción. Es entonces el dios del mundo inteligible, imposible de cambiar.
Esta purificación de lo divino conlleva des-humanizar los relatos de los dioses, quitar las pasiones humanas de sus historias; y, en definitiva, aceptar la culpabilidad humana por los males que aquejan el mundo.

Bibliografía
Carpio, A. P. (2004). Principios de filosofía (2 ed.). Buenos Aires: Glauco.
Leonetti, I. (s.f.). Filosofía antigua. Módulo II. UCALP.
Platón. (s.f.). República. Gredos.


Marcelo J. Silvera
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Saber, alma y cultura en Teeteto | Filosofía antigüa

En el diálogo con Teeteto, Sócrates hace referencia (utilizando su mayéutica) a la temática del saber, es la gran problemática de este encuentro. El pasaje más importante, y tal vez el más replicado históricamente, es aquel en que se autopresenta como “partero del conocimiento”; “lo más grande que hay en mi arte es la capacidad que tiene de poner a prueba por todos los medios si lo que engendra el pensamiento del joven es algo imaginario y falso o fecundo y verdadero”.
También hace reflexionar sobre la educación del alma, por ejemplo al preguntar si ésta “¿no es por el aprendizaje y por la práctica (que son ambos movimientos) por lo que el alma adquiere sus conocimientos, preserva su adecuada disposición y se hace mejor (…)?”
Teeteto ensaya algunas respuestas, pero son objetadas por Sócrates. En primer lugar indica que es percepción (el conocimiento puede ser diferente según el observador), luego la opinión verdadera, y más tarde agrega la explicación como acompañante de la opinión verdadera. Lamentablemente, para quienes esperábamos una definición que terminara el misterio, el diálogo culmina sin llegar a una definición inequívoca del saber.

Platón introduce un nuevo elemento en la consideración del alma, el elemento filosófico, con una connotación tanto intelectual como moral, tanto natural así como resultado de la educación. La psiché determina la comprensión del nivel dianoético del cosmos, y el alma es la medida de la sociedad. Por ello, la paideia comienza por ser un método para que el alma reciba los primeros alimentos verdaderamente nutritivos.  

El antagonismo latente entre perfección individual y valores culturales implica que la cultura conlleva en sí misma la crisis de los procesos y procedimientos de la educación, siendo una posibilidad siempre latente del fracaso de la cultura.

Bibliografía
Calabrese, C. C. (2018). Comunidad y pedagogía: La filosofía platónica de la educación. Zacatecas: Texere Editores.
Platón. (s.f.). Diálogos (Vol. V). Madrid: Gredos.

Marcelo J. Silvera
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Platón y el conocimiento | Filosofía antigüa

¿A qué llama Platón conocer?

Platón sostiene que el saber es poder llegar a conocer la esencia de las cosas, el ser en cada ser. En los diálogos presentados en el módulo indica que el que conoce las cosas pero no la esencia, solamente opina sobre tal cosa. En República, dice que el que cree conocer las cosas bellas pero no tiene idea qué es la belleza es como si estuviera en un sueño, tomando la imagen de la cosa por la cosa misma .
Esta proposición dualista se expresa en la Teoría de las ideas (también llamada Teoría de las formas) que divide la realidad en dos mundos: Mundo inteligible (ideas) y mundo de sensible (visible). El primero aloja las esencias, parte del conocimiento abstracto, se accede a ellas a través de la razón; en el segundo percibimos las cosas, pero esas cosas no son más que copias del original (que habita el mundo inteligible) .
 

¿A qué comparaciones echa mano Platón para aproximarse a una definición?

Platón narra en República como Sócrates pide a Glaucón que trace una línea dividiendo lo que se ve de los que se intelige, mostrando esas dos realidades citadas anteriormente. Más adelante, utiliza la alegoría de la caverna, que pone en boca de Sócrates, como una representación del saber. Incluida también en República, expone magistralmente las diferencias entre percepción y realidad (mundo visible y mundo de las ideas) con una imagen que es utilizada hasta la actualidad. 

La alegoría de la caverna me resulta en lo personal más lograda, a tal punto que sigue utilizándose en pleno siglo XXI. Esa visión de sombras que los esclavos ven en la pared de la caverna y creen la única realidad incluso puede usarse como analogía en estos días, como una representación de la “ceguera” social, de los medios de comunicación y de las culturas como instaladores de “realidades”. Lo que se ve no siempre es la realidad, y muchas veces hay quienes están detrás de las sombras para hacer que se vean.

Marcelo J. Silvera
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La virtud en los Sofistas | Filosofía antigüa

 

En el siglo V A.C. el auge de la democracia en Atenas atrajo intelectuales de Jonia, Asia menor y Magna Grecia. Entre ellos a los sofistas Protágoras y Pródico de Jonia y a Gorgias de Magna Grecia. Esta migración generó una continuidad en la filosofía presocrática desde que ambicionaron congregar el saber; a la vez una ruptura de la misma siempre que orientaron la educación de los jóvenes en vista el éxito político, siendo recriminados por Platón y Aristóteles como comerciantes del saber ya que cobraban por la educación -¿Será el antecedente de la educación privada y pública?-
También la contraposición de ambas escuelas generó la crisis de la concepción homérica. Generando el debate sobre la posibilidad o no de enseñar la virtud, concepto que hasta entonces era entendido como un legado cultural-herédico que se transmitía intrafamiliarmente. En la obra de Homero, Odisea, queda evidenciado que esa “naturaleza noble” puede ser trastornada (sea por influencias externas o internas). Los sofistas introducen entonces la noción según la cual era posible cultivar la virtud, entendiendo a ésta como una formación, es decir que podía aprehenderse.
Esa educación para los sofistas sería:
a)    Sistematización y transmisión del saber, estableciendo a la retórica como la ciencia que articula a todos los saberes.
b)    Búsqueda de una educación lingüística-retórica, caracterizada por Gorgias que sostenía que:
a.    Nada existe
b.    Si existe no podría ser conocido por el hombre
c.    Si algún hombre lo conociera, no podría explicarlo ni transmitirlo.
c)    Para Protágoras en cambio, el hombre es la medida de todas las cosas (Mi mundo es El mundo).
d)    Una educación enciclopédica impulsada por Hipias que incluía las matemáticas, la astronomía y la música.
Con este panorama, Platón retomó los principios de los viejos ideales de la paideia, aggiornándola y considerándola como la vía máxima de realización. El ideal es:
-    Vivir una vida digna de ser vivida
-    La educación como ideal de la perfección (física y moral)
-    Destaca a Sócrates como héroe paradigmático
-    El diálogo ocupa un rol importante, sosteniendo que el discurso filosófico oral es muy superior al escrito.

 

Marcelo J. Silvera
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Introducción al pensamiento intelectual

 Una materia muy útil para quienes escribimos (en mi caso desde antes en el periodismo) y para quienes desean escribir, es Introducción al pensamiento intelectual. En nuestra universidad lleva ese nombre, en otras casas de altos estudios puede diferir y llevar otras designaciones como Introducción a Desarrollo de Habilidades de Pensamiento (DHP), Introducción al Pensamiento Científico, Metodología de la investigación, Metodología del trabajo intelectual, Escritura académica, o similares.

Para avanzar en esta materia, es muy interesante el libro de Jaime Nubiola, El taller de filosofía. Una introducción a la escritura filosófica. Escrito de una manera que lo hace muy llevadero al leer y de fácil interpretación para quienes aún no están acostumbrados a la densidad textual de muchos textos filosóficos. 

Como esta materia básicamente está planteada para introducir en la producción de textos de nivel académico, hay mucho de leer y escribir, sin mayor ciencia que pulir nuestro estilo y adaptarlo a las demandas y requisitos de la academia, incorporando hábitos y habilidades. Todos estos conocimientos serán muy útiles para redactar tesis, tesina, monografías,  Sirven para ellos también otros libros como:

Y muchos, muchísimos más. Irás encontrando y adoptando distintos autores y métodos, ya que éste es un camino muy personal.

¿Qué es importante tener en cuenta? ¿Cómo me organizo? ¿Cómo realizo mi tesis, tesina o monografía? ¿Qué tema tratar? ¿Qué decir que ya no se haya dicho? Estas y millones de preguntas más aparecen al momento de encarar el trabajo intelectual, una interesante metodología es utilizar la Taxonomía de Bloom, servirá a modo de guía:


 

Filosofía para derribar la meritocracia intelectual

A mis 44 años inicié la Licenciatura en Filosofía. Deudas que uno se tiene y quiere saldar. Ya con 45, descubrí que el sistema educativo en que me estaba envolviendo es una "meritocracia intelectual", término que creo definitorio del comportamiento individual y mezquino de muchos integrantes de la comunidad educativa. ¿Cómo funciona esta "meritocracia intelectual"? Es la antisolidaridad, es el anticompañerismo, es el anti amor al prójimo. Aquellas personas que "saben" algo no lo comparten, no ayudan, no colaboran, no participan en las respuestas solicitadas en preguntas angustiosas de estudiantes al borde de la desilusión. Quiero creer que esta circunstancia está dada por la formación que recibieron, se les inculca que deben valerse por sí mismos, que deben ser quienes obtengan las mayores calificaciones, que el mundo está hecho para los "promedio 10"... En la vida real, (salvo las excepciones del mismo sistema, por ejemplo en el mundo educativo), no importa el promedio que tuviste mientras te educabas, importa lo que podés/sabés hacer con ello. 

En la carrera compartimos (ponele) la cursada gentes adultas y jóvenes. Tanto los unos como los otros están inmersos en la misma "meritocracia intelectual". Quienes saben de Teología, por ejemplo, no responden cuando alguien tiene dudas sobre esa materia; y en los foros son los últimos en responder (¿tal vez para que el resto no tenga como referencia su respuesta?)... y en el grupo hay gentes vinculadas directamente a la Iglesia ¡incluso sacerdote! ¿Cómo le enseñarás al mundo si no puedes compartir con tus compañeros y compañeras?

Por lo tanto, decidí compartir en este pequeño espacio aquellas cuestiones que fueron e irán surgiendo en la carrera, con el afán de colaborar con alguna otra persona que se sienta rodeado de la mezquindad de la "meritocracia intelectual" y no halle ayuda en sus pares. Alerto que no serán las respuestas únicas, ni las mejores, ni las más elaboradas, ni las merecedoras del "promedio 10", sino las respuestas mías, en base al material bibliográfico, a la cursada en este apasionante mundo filosófico.

Espero sirva a alguien, y que comprendamos que el saber no tiene dueños (o no debería) y lo más humano es compartirlo, debatirlo, socializarlo, democratizarlo. Porque, como dice Sócrates, "la verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia", pero al igual que él creo que lo importante es multiplicar el conocimiento, aunque "no puedo enseñar nada a nadie, sólo les puedo hacer pensar".

Marcelo J. Silvera
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